miércoles, 22 de marzo de 2017

Crónica de un embarazo casi perfecto

Creo que empecé todas las entradas de este blog comentando que con dos peques me era casi imposible dedicarme a nada más... Efectivamente así ha sido y no he podido ir mes a mes explicando como iba todo...

El segundo trimestre fue bastante bueno, otoño-invierno... me puse la vacuna de la gripe para no ponerme enferma y evitar que me pasara como el anterior embarazo, que por una bronquitis acabé con amenaza de parto a los 7 meses... Esta vez no me puse enferma. También me vacuné de nuevo de la tosferina, esto hay que hacerlo en cada embarazo para proteger al bebé en las primeras semanas hasta que puedan ponersela a él. 

El bebito crecía bien, aunque en una eco me dijeron que estaba pequeño... en la siguiente me volvieron a dar un percentil más en línea a mis hijos... entre 75 y 90 :)  Son unos gorditos...

En el test de o'sullivan me salió un valor por encima del doble del límite normal, así que ni siquiera tuve que hacer la curva larga... confirmada diabetes gestacional de nuevo. Ya estoy acostumbrada... dieta y insulina por la noche. Acabé con 26 unidades cada noche y así conseguí controlar la última semana y tener controlada la glucosa basal (la de la mañana en ayunas). 

El pequeñín se movía muchísimo, quizás al ser el tercer embarazo lo notaba mucho más por tener todo más distendido, pero la verdad es que hasta en el tren una pareja se quedó mirando mi barriga porque era todo un espectáculo. Estaba TAN ilusionada con este bebé como con la primera, tenía TANTAS ganas de conocerle, de abrazarle, de quererle... 

Pero de repente paró. Solo dos semanas antes de la fecha que teníamos prevista para inducir el parto nuestro bebé empezó a moverse muy poco. Apenas lo notaba... Me dijeron que era normal porque tenía menos espacio, pero yo insistí que no fue progresivo... estaba inquieta pero tan ocupada con los preparativos, el trabajo y mis hijos, que me conformé... Ese día no lo sentí moverse en toda la mañana... y llegó nuestra peor pesadilla. Al llegar al hospital no había latido. Se nos hundió el mundo, todas nuestras ilusiones, nuestro pequeñín había dejado de bailar en mi barriga, había dejado de vivir. 

¡DIOS! ¿pero por que? ¿qué hicimos? ¿como puede ser que pase esto? ... nuestra familia tan feliz ahora está totalmente destrozada... ¿por qué se ceba tanto la vida con nosotros?? 

Xavi nació el 4 de marzo de madrugada. Llovía... todos lloraban con nosotros. Un nudito ... un nudito de tanto bailar... un nudo verdadero que se apretó y se llevó a mi amor, mi bebé precioso... y me partió el alma. Siento cada día como se desgarra mi corazón, como mi cuerpo no puede soportar tanto dolor y me quedo sin respiración...el llanto puede ser tan profundo, tan doloroso... duele la pérdida sabiendo lo que podía haber sido, duele el dolor de mi marido, duele el dolor de mis hijos, duelen los recuerdos que no podré crear junto a él, duelen los pechos llenos y los brazos vacíos, duele todo...  

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