Cuando nació nuestro hijo Xavi pedimos unos hilos a las enfermeras de la planta. Por la noche no podíamos dormir, solo llorábamos y llorábamos, sin entender nada de lo que había ocurrido, sin entender que ya nunca, NUNCA, podríamos volver a ver a nuestro precioso hijo. De lejos oíamos los llantos de recién nacidos de las habitaciones contiguas.
Las enfermeras movieron cielo y tierra para encontrar en el hospital un ovillo de algodón azul a las 2 de la madrugada. Y lo encontraron.
Entonces hicimos una larga trenza con muchísimo cuidado: mamá, papá y Xavi unidos para siempre. La cortamos en tres trozos y pedimos a nuestra comadrona que se la pusiera a nuestro hijo porque era lo único que se iba a llevar de nosotros a la eternidad. Las otras dos nos las pusimos nosotros y al día siguiente nos fuimos del hospital con los brazos vacíos y el corazón totalmente roto, pero con algo que compartiríamos para siempre con él.
Hacer esta manualidad nos calmó, nos dio algo en qué centrarnos. Nos dio un sentido a esa noche, un objetivo en el que volcar todo el amor que no podíamos darle a él.
No costaría mucho tener unos ovillos de algodón de colores en el hospital para permitir a los padres hacer este pequeño regalo a su hijo antes de separarse de él para siempre.
La idea ha gustado mucho a asociaciones de Stillbirth de España y la primera que intentará proponerlo en los hospitales de su zona es Brisa de Mariposas de Zaragoza. GRACIAS CHICAS.
Ojalá podamos dar forma a esta iniciativa y encontremos un patrocinador que nos ayude a llevar ovillos de algodón a todos los hospitales del país.
Diario de mi tercer embarazo y el terrible duelo por la muerte de mi hijo
miércoles, 23 de mayo de 2018
domingo, 6 de mayo de 2018
Día de la madre
Soy mamá del cielo y de la tierra. Me siento afortunada de poder vivir la maternidad tan intensamente, a pesar de todo el dolor que tengo en el corazón. Siempre tendré un vínculo especial con el infinito, con lo transcendental, con mi precioso bebé al que no puedo abrazar. Y eso me hace amar aun más a mis otros dos hijos, frutos del amor incondicional, premios al empeño y la lucha. Gracias a mi marido por darme el mejor regalo del mundo.
miércoles, 2 de mayo de 2018
Otro cumpleaños sin ti
Los días especiales son más difíciles. Quisiera poder sentirme contenta, sin embargo me invade una tristeza enorme... ¿volveré a ser feliz alguna vez? ¿Tan feliz como fui antes de la muerte de mi hijo?
Es mi cumpleaños. La gente me felicita, convencionalismos que no transmiten nada..."Felicidades! Qué pases un buen día!"
Pero algún mensaje me llega realmente al corazón.
"Permítete ser feliz hoy... te lo mereces mucho"
"Sé que estos días son difíciles. Mucha fuerza"
"Os quiero mucho a ti, a tu marido y a tus tres preciosos hijos" Sin olvidarse al tercero 💖
"Preciosa, ¿vamos a desayunar?"
"Me alegro mucho de haber pasado un año más cerca de ti, te quiero muchísimo"
A todas las mamás en duelo que celebran sus cumpleaños: Enhorabuena por haber conseguido llegar hasta aquí. Eres la mamá más fuerte del mundo.
Es mi cumpleaños. La gente me felicita, convencionalismos que no transmiten nada..."Felicidades! Qué pases un buen día!"
Pero algún mensaje me llega realmente al corazón.
"Permítete ser feliz hoy... te lo mereces mucho"
"Sé que estos días son difíciles. Mucha fuerza"
"Os quiero mucho a ti, a tu marido y a tus tres preciosos hijos" Sin olvidarse al tercero 💖
"Preciosa, ¿vamos a desayunar?"
"Me alegro mucho de haber pasado un año más cerca de ti, te quiero muchísimo"
A todas las mamás en duelo que celebran sus cumpleaños: Enhorabuena por haber conseguido llegar hasta aquí. Eres la mamá más fuerte del mundo.
martes, 1 de mayo de 2018
La presión injusta de “ser ejemplo” para los demás
De mi familia he recibido muchas veces durante este año una presión injusta e innecesaria para “ser ejemplo” para los demás.
Y creo que he fracasado estrepitosamente.
Para algunos el ejemplo que debería dar es el de olvidar lo antes posible la muerte de mi hijo, volver a vivir como si nada hubiera ocurrido, siempre con una sonrisa y no hablando jamás del tema. Así les educaron en el pasado a vivir ocultando las desgracias y emociones, una vida que en apariencia fuera siempre “perfecta”, como un anuncio americano de los años 50. Los problemas, encerrados en casa. Y así se ocultaron maltratos, depresiones, enfermedades o problemas de aprendizaje de los hijos. Todo era perfecto.
Y mi familia es de aquellas que nunca ha creido en la psicología. Todos son muy fuertes y capaces de superar cualquier cosa. Pero a nadie se le ha muerto un hijo. Y esto es tan devastador que dejas de pensar en la imagen que das hacia fuera. Al menos mi marido y yo hemos intentado olvidarnos de lo que piensen los demás y seguir nuestro camino del duelo. Ciertamente hemos aprendido a ser nuestro centro y quitarnos la presión que nos dan nuestras familias... porque en el fondo lo que cuesta es acompañar en el dolor y es mucho más fácil para todos si lo ocultamos.
En el fondo creo que estamos siendo ejemplo de algo que ellos no esperaban. Ejemplo de afrontar abiertamente la tragedia, ejemplo de llamar las cosas por su nombre, porqué sí, la muerte de nuestro hijo ha sido una ostia brutal que nos ha dado la vida. Ejemplo también de priorizar, de no estar atado a convencionalismos sociales por obligación, ejemplo de llorar siempre que lo necesitamos, ejemplo de hablar claramente sobre la muerte a nuestros hijos, ejemplo de no aceptar intromisiones y críticas hacia nuestro duelo, ejemplo de saber pedir ayuda, ejemplo de introspección y autoconocimiento, ejemplo de aceptación del dolor y del vacío que Xavi ha dejado en nuestra vida. Esta manera de afrontar la pérdida y el dolor es el ejemplo que, en cualquier caso, quisiera dar.
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