viernes, 2 de febrero de 2018

Stress postraumático y duelo perinatal

Las mamás de bebés que han nacido muertos tenemos dos enormes pesares, uno por haber sobrevivido a un hijo y otro por haber vivido una experiencia absolutamente desgarradora, parir un bebé que sabes que no vivirá. Somos víctimas y a la vez supervivientes. 

El trauma que supuso para mi el parto de Xavi es indescriptible. El shock me permitió hacerlo, casi sin pensar, casi sin sentir... porque hubiera sido absolutamente insoportable... como lo ha sido después. El shock nos protege de una situación insoportable para nosotros, la mente se colapsa y solo puedes hacer lo que te piden. Estas en shock y de repente te hundes y te das cuenta de la realidad, pero de golpe vuelves al shock y es como si no pasara nada. Pero después del parto, de irte del hospital con los brazos vacíos, llegar a casa y recoger todo lo que habías estado preparando durante semanas para tu bebé... llega un día que el parto vuelve. Y vuelve con toda la intensidad que no pudiste soportar allí, con todos los gritos, pataleos e histeria que no pudiste expresar. Y también vuelven las contracciones, la presión...y la cabeza de tu bebé saliendo por el canal del parto... y todo su cuerpecito. Y vuelves a parir. 

Stress postraumatico. Y se agrava con los recuerdos posteriores de tu actitud allí, de tus lagrimas contenidas, de tu amabilidad con la gente que vino a verte al hospital ... cuando tendrías que haber estado llorando desconsoladamente, gritando a todos que se largaran, que te dejaran, matando al médico que te siguió el embarazo... hay que perdonarse a uno mismo tantas cosas de aquellos primeros días... pobres de nosotros, no sabíamos lo que estábamos viviendo ni lo que nos venía encima. 

Tuve 2 crisis de stress postraumático antes de verano y ya pensaba que no volvería a ocurrir... pero en el momento mas inesperado, cuando estábamos tranquilos en casa un día de lluvia, jugando en el suelo con nuestros hijos... de repente y de la nada veo salir entre mis piernas a mi bebé, me transporta a la sala de partos, las contracciones, el llanto desesperado, el revivir el peor momento de mi vida... y mi cuerpo solo quiere luchar contra ello, cerrar como sea el camino, apretar la vagina como nunca, y las contracciones tan intensas... y NOOO no quiero no quiero no quiero... por favor q me quiten este dolor, no quiero pasar por esto, no quiero apretar, no quiero dar a luz así, no quiero que se vaya, quiero a mi bebé, nooo por Diós no... por favor... 


Y mi universo vuelve a ese momento, 8 meses atrás se convierten en mi presente... y no sé cuanto tiempo dura... y aunque las contracciones paran, el dolor del parto se queda, los músculos de la barriga aun me duelen, y el corazón... ojalá se parara... porque revivir esto es desgarrarte de nuevo, es abrir de nuevo la herida que he estado cosiendo todo este tiempo... que para mi, ahora, vuelve a ser. Fue ayer, ha sido hoy, es ahora. Y el tiempo no cura nada. El tiempo es absolutamente relativo y nunca lo había visto tan claro como ahora. 

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